Interpretación de "La Venganza de Gaia" de James Lovelock
30 de mayo del 2007
Gaia es el nombre que se le da al planeta Tierra, el cual regula por si solo el clima y la química de los procesos para hacer posible la vida de sus habitantes. El cambio climático es debido al cambio antropogénico en la constitución de la atmósfera. El desarrollo sustentable es el que satisface las necesidades presentes sin comprometer la habilidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Estos tres conceptos están interrelacionados. Dada la rapidez geológica del inminente cambio climático, Gaia encuentra naturalmente cierta dificultad en ajustarse a esta nueva condición. El desarrollo social y económico que demanda la sociedad contemporánea requiere de ingentes recursos. Tradicionalmente las sociedades se han apoyado en los combustibles fósiles, los cuales han sido previamente enterrados por Gaia. El desentierro de los combustibles fósiles lleva a un desarrollo no sustentable, y pone en peligro, no a Gaia, la cual está por encima de todo, sino a sus habitantes, particularmente a la especie Homo Sapiens. Gaia se ajustará eventualmente al nuevo status, pero es probable que con otro tipo de inquilino. El desarrollo sustentable es un blanco móvil, pues no se puede cambiar fácilmente las costumbres establecidas a través de más de doscientos años. El cambio ya se produjo. Lo que hay que propiciar es una retirada sustentable. Ésta consiste en la mantención de un status quo, para evitar mayores cambios, y la redefinición de la sociedad, y su estructura económica, con el fin de abrazar eventualmente los preceptos de Gaia. Nada puede crecer sin límite, pues si así fuera, no podría regularse solo. Éste es el precepto fundamental de Gaia, que el ser humano haría bien en entender.
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