1. CLASES DE RÍOS AMAZÓNICOS
La cuenca del Amazonas es la más grande
del mundo, abarcando aproximadamente
Las aguas de los ríos amazónicos presentan
diferentes colores, los cuales son fácilmente reconocibles.
Los habitantes nativos precolombinos clasificaron
los ríos atendiendo al color de sus aguas.
El primer intento de desarrollar una clasificación científica
de los ríos amazónicos fue realizado en la década de 1950
por Harald Sioli (Junk, 2001). Sioli usó el color de las aguas,
así como varias características físicas y químicas, para
explicar las propiedades limnológicas de los principales
ríos amazónicos. Sioli relacionó estas características con
las propiedades geológicas y geomorfológicas de las cuencas
de drenaje contribuyentes (Fig. 1) (Junk et al., 2011).
Fig. 1 Distribución espacial de los principales afluentes de
aguas negras, aguas claras,
Sioli estableció tres tipos de color de agua en los principales
ríos amazónicos: (1) clara, Fig. 2 Colores de ríos de aguas claras, blancas y negras.
El color del agua de un río es el resultado de transformaciones
físicas y químicas que tienen lugar durante la escorrentía
superficial y subterránea. En la cuenca del Amazonas,
el agua blanca que drena de la Cordillera de los Andes
(por ejemplo, el río Solimões en Brasil, conocido como
río Amazonas en Perú) tiene una concentración relativamente
alta de sedimentos, ricos en nutrientes; por lo tanto, su color marrón
claro. Por otro lado, las aguas negras, originarias de la selva tropical
centro-norte
Fig. 3 Propiedades fisicoquímicas seleccionadas de los ríos amazónicos:
(a) conductividad especifica (a 20 °C) y pH;
2. EL RIO SOLIMÕES: AGUA BLANCA
La mayoría de los ríos amazónicos occidentales
se clasifican como de aguas blancas (Fig. 1).
Las cabeceras de los ríos de aguas blancas
se encuentran hacia el oeste, en las
montañas de los Andes de Ecuador, Perú
y Bolivia, y transportan grandes cantidades
de sedimentos ricos en nutrientes, lo
que le da al agua su característico color
marrón claro. Además, a las altas
temperaturas predominantes, los metales
principalmente alcalinotérreos y
los carbonatos determinan la coloración
marrón de las aguas blancas, con un valor
relativamente alto de conductividad
eléctrica. En las cuencas altas,
este valor es aproximadamente de
100 μS cm-1, disminuyendo a
40 μS cm-1 en las cuencas bajas.
Además, el pH de las aguas blancas es casi
neutro (Furch y Junk, 1997).
Estos ríos depositan su sedimento rico en nutrientes en extensas
éreas de llanuras aluviales, denominadas
várzeas en Portugués.
Por lo tanto, las várzeas son
muy fértiles y están cubiertas por comunidades
herbáceas terrestres y acuáticas altamente productivas,
que se extienden más allá de los bosques de várzea.
Los sedimentos transportados por los ríos
de aguas blancas consisten en grandes
cantidades de material fino.
En ambientes montañosos, es más
probable que la meteorización
física predomine sobre la
meteorización química.
3. EL RÍO NEGRO: AGUAS NEGRAS
Los ríos de aguas negras, entre ellos el
Negro, Jutaí, Tefé y Coari, presentan
tonalidades de color mucho más oscuras.
Esto se debe a la química del suelo y a
la geología, geomorfología e hidrología
locales. Las aguas negras son pobres
en nutrientes y el suelo circundante
es predominantemente arenoso, que
contiene grandes cantidades de materia
orgánica, como ácidos húmicos y fúlvicos,
que le dan al agua su característico
color negro.
Aunque la superficie del agua parece
de color oscuro, si se recolecta el agua
del río en una botella transparente,
revela un tono de color que varía
de rojo a marrón oscuro. Las aguas
rojas que se encuentran en el río
Negro en São Gabriel da Cachoeira,
en la Amazonía centro-norte, caen
en la categoría de aguas negras porque
son aguas ácidas que contienen una
alta cantidad de ácidos húmicos,
que le dan un color marrón
rojizo (Gibbs, 1967).
La mayoría de las cabeceras de los
afluentes del noroeste del río Negro
tienen aguas transparentes con una
profundidad Secchi de hasta 3 m,
que presentan bajas cantidades de
materia en suspensión. Drenan las
aguas que se originan en el escudo
precámbrico de Guayana, caracterizado
por grandes extensiones de arenas blancas
(podzols). Éste es el caso del
río Branco, afluente del río Negro,
que tiene una elevada carga de materiales
en suspensión y apariencia de río de
aguas blancas. Sin embargo, las
características químicas de estos
ríos indican que generalmente tienen
un bajo estado nutricional y una
relación más estrecha con los ríos
de aguas claras. Se vuelven de
color negruzco y muy ácidos después
de fluir a través de áreas cubiertas
por una densa selva
tropical (Junk et al., 2011).
El naturalista alemán Alexander von
Humboldt se refirió a estos bosques
como Hylean a principios
del siglo XIX.
Los ríos de aguas negras
presentan valores de pH
en el rango de 4-5 y baja
conductividad electrica, por debajo de
Las llanuras aluviales de los ríos
de aguas negras, conocidas localmente
como igapós, presentan generalmente
baja fertilidad. Las plantas herbáceas
terrestres y acuáticas son escasas y
muchas especies típicas de aguas blancas
están ausentes debido a la baja fertilidad,
el bajo pH, o ambos. Las playas de arena
sufren estrés severo por sequía debido a
su baja capacidad de retención de agua.
Aguas abajo del río Negro, cerca de la
confluencia con aguas blancas y una mayor
disponibilidad de sedimentos ricos
en nutrientes, se encuentra una
mayor cantidad de
plantas Fig. 4 Encuentro de las aguas del río Negro (aguas negras, derecha) y el río Solimões (aguas blancas, izquierda)
4. LOS RIOS TAPAJÓS Y XINGU : AGUA CLARA
Los ríos amazónicos más grandes y
de aguas claras son los ríos Trombetas,
Tapajós y Xingú.
Los cratones existen en dos regiones
de la cuenca del Amazonas: (1) hacia
el norte, como el escudo de Guayana
(Guayana), y (2) hacia el centro-sur,
como el escudo del Brasil (Fig. 5).
Fig. 5 Mapa generalizado que muestra el relieve de la cuenca del Amazonas (Silva et al., 2013).
Los grandes ríos de aguas claras
tienen una conductividad eléctrica
que oscila entre Las planicies de inundación de los ríos de aguas claras, también denominadas igapós, son generalmente de fertilidad intermedia (Junk et al., 2011). Están cubiertos por un bosque inundable de crecimiento lento, donde la producción de hojarasca es aproximadamente un 30% menor que en otras áreas boscosas. La tasa de crecimiento de los árboles en los igapós es hasta dos tercios menor que la de las várzeas (Furch y Junk, 1997).
Los ríos de aguas claras reciben su agua
principalmente de la lluvia, con poca
o ninguna producción de sedimentos
en las tierras altas contribuyentes.
Sus humedales son generalmente pobres
en nutrientes; sin embargo, su estado
nutricional puede variar debido a
las diferencias en la calidad del
suelo en los cerrados colindantes, las
sabanas tropicales del centro de
Brasil.
5. LAS CARAS DE LOS RÍOS
La cuenca del Amazonas en su conjunto presenta
tres paisajes principales: (1) la Cordillera de
los Andes, hacia el oeste; (2) los escudos
cristalinos (cratones) de Guyana, hacia el norte,
y del Brasil, hacia el sureste; y (3) las llanuras
sedimentarias en la porción central, el dominio
del bosque Hylean. Las características geológicas
de los terrenos donde se ubican estos paisajes
determinan la composición química de las aguas
de los distintos ríos. No sólo las características
químicas son bastante distintas, sino que
también hay una diferencia visual. Este hecho
llevó a Sioli a clasificar los ríos en:
(a) agua clara, (b) agua blanca, y
(c) agua negra (Tabla 1) (Silva et al., 2013).
La combinación de varios sólidos disueltos y características químicas, como la cantidad y relación entre metales alcalinos y alcalinotérreos, y los principales aniones (bicarbonatos y cloruros), conductividad eléctrica, pH, nitrógeno total, color del agua, turbidez y transparencia, permiten la identificación de tres tipos clásicos de color de agua de río: (1) blanco, (2) negro y (3) claro. Además, existen otros cuerpos de agua mixtos de color intermedio. A medida que aumenta el orden de un río, la complejidad tiende a ocultarse, porque el caudal del río facilita la integración de todas las aguas, mezclando así aguas de diferentes calidades. La distribución de metales alcalinos y alcalinotérreos, y de los principales aniones es particularmente útil para distinguir entre ríos de aguas blancas, negras y claras. Las masas de agua que no encajan en las tres categorías clásicas muestran una mayor variabilidad. Por lo tanto, muchos arroyos y ríos pueden ser considerados de “aguas mixtas”, resultantes de la influencia de afluentes de orden inferior con diferentes características fisicoquímicas (Gibbs, 1967).
REFERENCIAS
Furch, K. y W. J. Junk. 1997. Physicochemical conditions in the floodplains, Chapter 4 in W. J. Junk, ed.,
The Central Amazon Floodplain. Ecological Studies, 126, 69-108, Springer-Verlag, Berlin.
Junk, W. J. 2001. Appraisal of the scientific work of Harald Sioli. Amazoniana, 16(3), 285-297.
Junk, W. J., M. T. F. Piedade, J. Schongart, M. Cohn-Haft, J. M. Adeney, y F. Wittmann. 2011.
Gibbs, R. J. 1967. The geochemistry of the Amazon river system. Part I: The factors that control the salinity and the composition and concentration of the
suspended solids. Geological Society of America Bulletin, 78, 1203-1232.
Ponce, V. M. 1992. Letters to South American Explorer, 31, May 1992.
Ríos-Villamizar, E. A., M. T. F. Piedade, J. G. Da Costa, J. M. Adeney, y W. J. Junk.
2014. Chemistry of different Amazonian water types for river classification: A preliminary review. Water and Society II, 178, 17-28.
Silva, M. S. R., S. A. F. Miranda, R. N. Domingos, S. L. R. Silva, y G. P. Santana. 2013.
Classification of Amazonian rivers: A strategy for the preservation of these resources. Holos Environment, 13(2), 163-174.
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