1. INTRODUCCIÓN
El choque cinemático es quizás uno de los temas más esquivos en la hidráulica de flujo no permanente en canales abiertos. La explicación física actual es que las ondas de avenida tienen una tendencia no lineal a empinarse a medida que se propagan aguas abajo, lo que eventualmente conduce al desarrollo del choque. Los experimentos numéricos han confirmado esta propiedad natural de las ondas de avenida y han proporcionado una amplia evidencia de la formación del choque. Los ejemplos del cálculo del choque cinemático se encuentran en varias referencias en la bibliografía (1, 3, 4, 11).
Esta aparente presencia del choque cinemático en el laboratorio computacional carece de paralelo en el mundo real. Se reconoce ampliamente que sólo en circunstancias muy inusuales es probable que se desarrolle el choque cinemático en la práctica. Además, casi no existen casos bien documentados de avistamientos.
Esta dicotomía entre realidad y simulación debe ser atribuible a que una o varias de las características de la naturaleza no se resuelven adecuadamente en el nivel de abstracción elegido. Los modelos matemáticos son forzosamente simplificaciones de la realidad, y los modelos numéricos de flujo no permanente no son una excepción. Por ejemplo, el enrutamiento de inundaciones no lineales, en canales prismáticos rectangulares, a veces conduce al choque si el cálculo se lleva a cabo lo suficiente en el tiempo y el espacio. Normalmente, estos canales largos de tal uniformidad de sección transversal no existirían en la naturaleza.
Los factores que contribuyen al desarrollo del choque cinemático no son muy conocidos. Entre los diversas variables hidráulicas, se sabe que la pendiente del lecho del canal, la fricción de fondo y la forma de la sección transversal tienen un efecto importante, aunque no bien definido.
2. TEORÍA
Uno de los primeros relatos detallados del choque cinemático es el de Lighthill y Whitham (5).
Lighthill y Whitham identificaron correctamente el potencial de empinamiento de la rama ascendente de la onda cinemática y compararon el producto final con los choques observados en la dinámica de los gases; de ahí los términos "choque cinemático" y "onda de choque cinemático".
en las cuales do = profundidad de flujo; y So = pendiente de fondo.
Desde la publicación del trabajo clásico de Lighthill y Whitham (1955), el choque cinemático ha seguido desempeñando un rol importante en ciertas aplicaciones del flujo no permanente en canales. En el campo del modelado de cuencas hidrográficas, el seguimiento de las ondas de choque cinemático no es más que una consecuencia lógica del enrutamiento de las ondas. Kibler y Woolhiser (4) y Harley et al. (3) proporcionan los primeros informes detallados de los cálculos numéricos de choque cinemático. Kibler y Woolhiser (4) observaron la cascada cinemática como un posible modelo hidrológico, y estudiaron las propiedades de producción de choque de varias de estas configuraciones geométricas. Al aplicar el método de características a una cascada de planos, pudieron derivar un parámetro de choque, Ps, en función de las características geométricas y de fricción de dos planos adyacentes. Según Kibler y Woolhiser (4), cuando Ps excede la unidad, la formación de choque se producirá en el plano ubicado aguas abajo bajo una distribución espacial uniforme del exceso de lluvia. Al resumir sus hallazgos, Kibler y Woolhiser afirmaron lo siguiente:
"Si bien el fenómeno de la onda de choque puede surgir bajo ciertas circunstancias físicas altamente selectivas, en este artículo se considera una propiedad de las ecuaciones matemáticas utilizadas para explorar el problema del flujo superficial, más que una característica observable de este proceso hidrodinámico".
Harley et al. (3) incorporó de manera efectiva el seguimiento de ondas de choque en su modelo de captación basado en el método de características. Trataron las ondas de choque como perturbaciones menores en el campo de flujo regular y simularon características normales y frentes de choque en igualdad de condiciones.
Más recientemente, Borah et al. (1) han presentado una solución analítica a la aproximación de onda cinemática para enrutamiento de flujo no permanente. El modelo permite un flujo de entrada lateral dependiente del tiempo con uniformidad espacial, y está diseñado para su uso en la simulación de flujo de cuencas hidrográficas. Una característica significativa del modelo de Borah et al. es su capacidad explícita para enrutar discontinuidades que puedan desarrollarse durante el curso del cálculo. Una solución basada en el método de las características y un esquema aproximado de amortiguación preserva el efecto del choque y permite el enrutamiento de una variedad de flujos no permanentes, que van desde simples cascadas hasta cuencas naturales complejas.
Otras referencias al cálculo de choques cinemáticos se encuentran dispersas en la literatura.
Aunque el concepto de choque cinemático está bien establecido en el campo del modelado de cuencas hidrográficas, su transposición al enrutamiento de avenidas en corrientes fluviales continua siendo un tema controversial. Algunos investigadores, sobre todo Cunge (2), han llegado a cuestionar por completo su existencia. No hay duda de que la tendencia a empinarse es real. Queda por determinar si las ecuaciones de flujo no permanente gradualmente variado pueden continuar describiendo los fenómenos en las proximidades del choque. Desde un punto de vista práctico, sería interesante determinar las características del flujo y del canal que tenderán a promover o inhibir el desarrollo del choque. En este artículo se sigue esa línea de investigación.
3. METODOLOGÍA
El enfoque utilizado en este documento para estudiar el potencial de desarrollo de un choque cinemático consiste en lo siguiente: (1) Identificación de los parámetros del flujo y sección transversal del canal; (2) selección del rango de variabilidad de parámetros; (3) selección de un modelo de enrutamiento del flujo; y (4) desarrollo de una estrategia para probar la sensibilidad de los parámetros elegidos al desarrollo de un choque bajo una amplia gama de condiciones.
Identificación de parámetros. En la teoría de flujo no permanente en canales, dos parámetros caracterizan el movimiento de una onda en canales hidraulicamente anchos (6): (1) el número de Froude, Fo = uo / (g do)1/2; y (2) número de onda adimensional σ = 2π (Lo / L), en las cuales uo, y do = velocidad media y profundidad del flujo, respectivamente; g = aceleración de la gravedad; y
en las cuales Qt = flujo de entrada en el momento t; Qb = flujo base; Qp = flujo de entrada pico;
Dado lo anterior, la relación de entrada flujo base a flujo pico, Qb / Qp, fue elegido como un indicador de la altura relativa de las ondas, y el tiempo hasta el pico tp fue elegido para representar la escala de tiempo del hidrograma.
Con respecto a los parámetros de forma de la sección transversal, los elegidos aquí son los que se utilizan normalmente en aplicaciones de enrutamiento de ondas cinemáticas: el coeficiente α y el exponente β en la relación caudal-área de flujo:
en la cual Q = caudal; y A = área de flujo.
Rangos de parámetros. El programa de prueba fue diseñado para variar los parámetros elegidos dentro de rangos adecuados. Para tener en cuenta la variación del número de Froude, se estableció una matriz de cinco pendientes del lecho, So , y cinco valores de Manning n, dando lugar a un total de 25 canales, cada uno con un conjunto único de So y n. Los valores adoptados de So son: 0.01, 0.004, 0.001, 0.0004, y 0.0001; los valores de n son: 0.01, 0.02, 0.04, 0.08, y 0.10.
En las ondas de avenida no lineales, la inclinación de la curva ascendente tiende a ser contrarrestada por los efectos de difusión provocados por el componente dinámico. Como lo muestran Ponce y Simons (6), el número de onda adimensional, σ, es un indicador del tamaño relativo del componente dinámico. En consecuencia, para garantizar una cantidad suficiente de empinamiento de onda, sin ser efectada por el efecto dinámico, las ondas simuladas se eligieron para permanecer dentro del ámbito de las ondas cinemáticas y difusivas (generalmente, valores bajos de σ). Para este propósito, el tiempo pico tp, del hidrograma de flujo de entrada, un indicador del tiempo total de la onda, se utilizó para probar la satisfacción del criterio de onda de difusión desarrollado por Ponce et al. (7) y posteriormente modificado (10) para su aplicación a los hidrogramas gamma:
en las cuales N = número adimensional; g = aceleración gravitacional; y todas las demás variables han sido definidas previamente. Para cada condición de flujo, la satisfacción de la Ec. 4 garantiza que la onda probada es propiamente una onda cinemática/difusiva y, por lo tanto, en gran parte libre de efectos difusivos muy marcados, los cuales tienden a contrarrestar el desarrollo del choque.
El efecto de la altura relativa de las ondas se tuvo en cuenta variando la relación entre el flujo base y el flujo pico. Se eligieron dos relaciones para este estudio: (1) Un valor bajo, Qb /Qp = 0.05 (etiquetado L); y (2) un valor alto, Qb /Qp = 0.50 (etiquetado H).
Una cuantificación completa de la variación de los parámetros de forma de la sección transversal, α y β, se consideró demasiado ambiciosa. Se diseñó un programa limitado, pero significativo, mediante la selección de una familia de secciones transversales rectangulares/trapezoidales/triangulares, utilizando tres anchos de fondo y tres pendientes laterales (Fig. 1). Los anchos inferiores elegidos son B = 0, 10, y 100 m; las pendientes laterales son z = 0, 1, y 10 (0 = horizontal: 1 = vertical). Selección del modelo. Se seleccionó el modelo SYS75 como modelo numérico para realizar el presente estudio. Este modelo es un programa de computadora desarrollado por el primer autor, el cual presenta un módulo de enrutamiento de coeficientes basado físicamente en el que los parámetros de enrutamiento pueden variar en el tiempo y el espacio (8). Esto le da la capacidad de enrutar ondas de avenida no lineales y, por lo tanto, la capacidad de estudiar el empinamiento de las ondas causada por la no linealidad. El modelo puede calcular el caudal, el área de flujo y el tirante de manera discreta en el espacio y el tiempo, cuando se le presenta las condiciones iniciales y de contorno apropiadas. La precisión del modelo SYS75 ha sido ampliamente documentada (10) y se considera adecuado para el enrutamiento de ondas cinemáticas y difusivas. Los detalles del modelo SYS75 se incluyen en la referencia (10). Estrategia del estudio. La estrategia general para lograr los objetivos del estudio consiste en los siguientes pasos: (1) establecer una longitud de canal estandarizada, basada en el volumen total de entrada y el área de flujo máximo por encima del flujo base, para permitir el análisis de los choques en niveles comparables de desarrollo; (2) enrutar los hidrogramas desde aguas arriba hasta el extremo aguas abajo del canal, utilizando el modelo SYS75; y (3) comparar la pendiente de la curva ascendente del hidrograma de salida, Sro, con el de la curva ascendente del hidrograma de entrada, Sri (La pendiente se toma como un cambio en el caudal por unidad de tiempo, aproximadamente en el punto medio de la curva ascendente). El radio Sro/Sri se interpreta como una medida del potencial de desarrollo de la onda de choque. Además, otras manifestaciones de la presencia del choque, tales como inestabilidades numéricas, se documentan como parte del estudio.
4. PROGRAMAS DE PRUEBAS
Como parte de este estudio, se seleccionaron siete canales, cada uno con un conjunto único de pendiente de fondo, So y n de Manning. Para fines de identificación, se les asignaron nombres alfabéticos de la A a la G, seguidos de una L o una H, que representan una relación de caudal de entrada base-a-pico baja o alta. El canal F se probó en condiciones L y H, y el canal G se probó en tres relaciones diferentes de tp, para un total de diez series (Tabla 1). Cada serie se probó con ocho formas de sección transversal (Fig. 1), lo que hace un total de 80 simulaciones.
Para cada serie, la longitud total del canal está estandarizada con respecto al volumen de entrada. El volumen del hidrograma de flujo de entrada VI, por encima del flujo base, se calcula mediante la siguiente fórmula (10):
en la cual m = tp /(tg - tp) es un entero. La longitud del canal Lc, se estima mediante la siguiente fórmula (10):
en la cual Apr = área de flujo correspondiente a Qpr = Qs - Qb. La Ecuación 6 garantiza que la longitud de enrutamiento Lc está relacionada con el volumen del hidrograma de entrada y, por lo tanto, sigue siendo físicamente significativa para los estudios comparativos de choque cinemático.
La Tabla 2 muestra las características del hidrograma de caudal de entrada y del canal para las diez series probadas aquí.
5. RESULTADOS
Los resultados de las ochenta (80) simulaciones se resumen en las Tablas 3 y 4. Para mayor claridad, a continuación se hace referencia a todas las simulaciones por su identificación de fila y columna tal como se muestra en estas tablas. Por ejemplo, la simulación 34 correspondería a la fila 3 (canal con B = 10 y z = 0) y la columna 4 (series EH).
La Tabla 3 muestra los parámetros de la curva de gasto α y β para todas las simulaciones. El valor de α explica en gran medida la pendiente de fondo del canal y la fricción de fondo y, en menor medida, el efecto del perímetro mojado en la forma de la sección transversal. El valor de β tiene en cuenta la forma de la sección transversal y el tipo de fricción de fondo (ya sea Manning o Chézy). Los valores de α varían de α = 0.008 (simulación 64) a α = 5.000 (simulación 13); los valores de β varían de β = 1.025 (simulación 34) a β = 1.664 (simulación 60). La Tabla 3 muestra que β varía generalmente del valor teórico β = 1.333 para canales triangulares (β = 0) con fricción de Manning, a valores cercanos a los teóricos (β = 1.667 para canales rectangulares anchos, B = 100 y z = 0, con la fricción de Manning). Valores de β fuera del rango anterior se calculan para canales estrechos con profundidades de flujo relativamente grandes (flujos de bajos números de Froude); ver, por ejemplo, valores de β para las simulaciones 34 y 37.
La Tabla 4 muestra las relaciones de pendiente final y pendiente inicial Sro /Sri para las ochenta (80) simulaciones. Estas son relaciones de pendientes de la curva ascendente de los hidrogramas de flujo de salida y de entrada, respectivamente. Por lo tanto, cuanto mayor sea la relación, más marcada será la tendencia al desarrollo del choque dentro de la longitud estandarizada del canal. Estos resultados conducen a las siguientes conclusiones:
Todos los parámetros tienen un efecto marcado sobre el desarrollo del choque. La relación de pendiente, Sro/Sri, es directamente proporcional al número de Froude correspondiente al pico de caudal de entrada (fricción del canal y pendiente de fondo), tiempo hasta el pico tp, (escala de tiempo de la onda), y β valor (forma de la sección transversal y, en menor medida, tipo de fricción del canal); e inversamente proporcional a la relación Qb/Qp (altura relativa de la onda).
La escala de tiempo (y por lo tanto, la escala de longitud) de la onda está directamente relacionada con el empinamiento de la onda, como lo muestran los resultados de los canales GL, GL1 y GL2. A medida que tp aumenta de GL a GL1 y GL2, la onda se vuelve más cinemática y, por lo tanto, más propensa al desarrollo del choque (ver, por ejemplo, la columna 9, en comparación con la columna 8). La excepción a este patrón viene dada por los tramos 37-39, lo que confirma el comportamiento extraño de este canal particularmente estrecho con un valor β cercano a 1. Valores de la relación de pendiente menores que 1 (ver columna 7) indican la atenuación de la onda, en vez de su empinamiento, lo que indica la ausencia del choque.
El número de Froude tiene un efecto marcado sobre la pendiente de la onda, como se muestra al comparar los resultados de las columnas 5 (canal FL, número de Froude = 0.7) y 9 (canal CL2, número de Froude = 0.1), las cuales tienen la misma relación Qb/Qp, (Qb = 0.05) y aproximadamente el mismo valor de N (Ec. 4). Por ejemplo, la simulación 85 muestra una relación de pendiente de 6.0, en comparación con 2.79 para la simulación 89.
La forma de la sección transversal incorporada en el valor de β también tiene una influencia marcada en la pendiente de la onda. Los canales anchos, (filas 6-8) con valores de β que se acercan a 1.667 muestran una tendencia mucho más fuerte al empinamiento que las ondas de lso canales triangulares (filas 1 y 2, β = 1.333) o estrechos (filas 3-5, β generalmente entre 1.333 y 1.667). La excepción está dada por las simulaciones 37-39, las cuales muestran una difusión muy fuerte debido a los bajos valores de β (β = 1.04).
La relación de base-caudal pico de entrada, Qb/Qp tiene un efecto marcado sobre la pendiente de la onda, mostrado por los resultados de las columnas 5 y 6 de la Tabla 4.
La Figura 2 muestra hidrogramas típicos de caudal de salida: La simulación 45 muestra un pronunciado empinamiento de la onda, y la asociada inestabilidad numérica [Fig. 2(a)]; la simulación 69 es un caso intermedio que muestra un leve empinamiento de la onda [Fig. 2(b)]; y la simulación 47 muestra la difusión en lugar del empinamiento de la onda [Fig. 2(c)].
6. RESUMEN Y CONCLUSIONES
Se ha realizado una serie de experimentos numéricos para determinar el caudal y las características del canal que son más propicias para el empinamiento de la onda cinemática y el fenómeno de choque cinemático asociado. Las características más importantes de flujo y canal se identifican al principio, y se completa un programa de ochenta (80) simulaciones, variando el número de Froude pico del hidrograma de caudal de entrada, el tiempo-al-pico, la relación de caudal base-al-pico y la forma de la sección transversal del canal. Se calculan las longitudes estandarizadas de los canales para permitir el análisis del choque en etapas comparables de desarrollo. Los flujos de entrada del hidrograma gamma se enrutan utilizando un modelo físico de enrutamiento de hidrogramas.
Se encuentra que el número de Froude del pico del hidrograma de entrada, Fpi , tiempo-al-pico, tp, y relación de caudal base-a-pico, Qb/Qp y el parámetro de forma de la sección transversal, β, todos tienen un efecto marcado sobre el desarrollo del choque cinemático. El tamaño de la onda es quizás el principal responsable de la ocurrencia o no ocurrencia del choque. A diferencia de las ondas difusivas, las ondas cinemáticas son más propensas al desarrollo del choque, al igual que las ondas con una relación Qb/Qp baja. Los flujos con número de Froude alto son algo más propicios para el desarrollo del choque que los flujos de número de Froude bajo. Los canales rectangulares anchos muestran una tendencia mucho más fuerte al empinamiento que los canales triangulares o angostos. Los valores bajos de β (β próximos a 1.0) aumentan la difusión de la onda e inhiben el desarrollo del choque.
Dados los resultados anteriores, se concluye que es más probable que ocurra un choque cinemático en las siguientes condiciones: (1) Una onda cinemática; (2) una relación baja de caudal base-a-pico; (3) un flujo de alto número de Froude; y (4) un canal ancho y suficientemente largo. Queda por evaluar si se cumplen todas estas condiciones para casos individuales. Por ejemplo, una onda de inundación que se propaga en un canal empinado, inicialmente seco, satisface la mayoría de estas condiciones, por lo que es un caso muy probable para el desarrollo de un choque. Como otro ejemplo, cuando se utiliza un método de enrutamiento de ondas cinemáticas, la primera condición anterior se cumple automáticamente. Por lo tanto, en este caso sólo es necesario satisfacer las otras tres condiciones para el desarrollo del choque.
Los conclusiones anteriores explican la demostrada ausencia del choque cinemático en los cálculos de enrutamiento en llanuras aluviales. A medida que los niveles de agua se elevan por encima del nivel de los bancos, el perímetro mojado aumenta a un ritmo más rápido que para los flujos dentro del banco, lo cual provoca una disminución en el valor de β. Esto contrarresta eficazmente la tendencia al empinamiento y restringe el desarrollo del choque cinemático.
APÉNDICE I. BIBLIOGRAFÍA
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APÉNDICE II. SIMBOLOGÍA
En este artículo se utilizan los siguientes símbolos:
A = área de flujo;
Apr = área de flujo correspondiente a Qpr;
B = ancho de fondo;
do = profundidad de flujo de referencia;
F = número de Fronde;
Fo = número de Froude del flujo de referencia;
F = número de Froude del flujo pico de entrada;
g = aceleración de la gravedad;
L = longitud de onda;
Lc, = longitud del canal, Ec. 6;
Lo, = longitud de referencia del canal, Ec. 1;
m = tp / (tg - tp), número entero;
N = número adimensional, Ec. 9;
n = coeficiente de fricción de Manning;
Ps = parámetros del choque;
Q = caudal;
Qb = caudal base;
Qp = caudal de intrada pico;
Qpr = Qp - Qb;
Qt = flujo de entrada en el tiempo t;
r = relación tp /(tg - tp );
So = pendiente de fondo del canal;
Sri = pendiente de la curva ascendente del hidrograma de entrada, en unidades L3 / T 2;
Sro = pendiente de la curva ascendente del hidrograma de salida, en unidades L3 / T 2;
t = tiempo;
tg = tiempo hasta el centro de gravedad del hidrograma de entrada;
tp = tiempo hasta el pico del hidrograma de caudal de entrada;
μo = velocidad media del flujo de referencia;
VI = Volumen del hidrograma de entrada por encima del caudal base, Eq. 5;
z = pendiente lateral del canal (z horizontal - 1 vertical);
α = coeficiente en la relación Q-A, Ec. 3;
β = exponente en la relación Q-A, Ec. 3; y
σ = número de onda adimensional, σ = 2π (Lo / L).
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