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Los ríos transportan
dos clases de sedimentos en suspensión: (1) la descarga de
material de fondo, y (2) la descarga de lavado.
La descarga de material de fondo es la fracción constituída
por las partículas cuyos tamaños están representados en el lecho del río.
La descarga de lavado es la fracción constituída
por las partículas cuyos tamaños no están representados en el lecho del río.
La descarga de material de fondo depende de las condiciones hidráulicas del flujo,
mientras que la descarga de lavado
es en gran parte independiente de las condiciones hidráulicas del flujo.
Bajo condiciones de flujo permanente, existe una curva de gasto de sedimentos, es decir,
una relación única entre la descarga líquida y la correspondiente descarga sólida.
Un cálculo de descarga de sedimentos determina un punto, o puntos, de la curva de gasto de sedimentos.
A esta descarga de sedimentos se la denomina comúnmente la "capacidad de transporte de sedimentos,"
para indicar que es la concentración
de sedimentos de material de fondo
que el río cargará siempre bajo condiciones de flujo permanente.
Bajo condiciones de flujo no permanente,
se pueden presentar los siguientes escenarios:
El segundo caso en particular requiere particular atención debido a consideraciones prácticas de importancia.
Este caso generalmente sucede inmediatamente aguas abajo de una represa.
La represa retiene el agua y sedimento. El agua liberada fluye típicamente más limpia; por lo tanto, es "agua hambrienta."
Esta agua tendrá la tendencia a recoger y transportar sedimento.1
La condición de "agua hambienta" es más severa en el caso de una represa operada exclusivamente para retención de sedimentos.
La retención del sedimento solamente, y la liberación del agua limpia inmediatamente, producirá
erosión del lecho y eventualmente, de las laderas aguas abajo.
Dependiendo del gasto líquido liberado, la cantidad de erosión será en buena parte igual a la cantidad de sedimento
retenida por la represa. Por lo tanto, una represa operada exclusivamente para retención
de sedimentos no parece ser una estrategia efectiva para
el control de sedimentos en cauces naturales.
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