Un turista de habla inglesa estaba paseando en una calle central de La Paz, Bolivia,
cuando de repente sintió la urgencia de satisfacer una necesidad muy básica.
La situación era urgente, y el turista no conocía los alrededores.
La inminencia de desastre se convirtió en desesperación, y el turista
sólo atinó a exclamar "Bano!
Bano! Bano!" a un grupo de sorprendidos transeúntes.
Repetidos gritos de "Bano! Bano! Bano!" no dieron los resultados esperados,
y nuestro héroe no tuvo otra alternativa que ir al baño en el medio de la calle.
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