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En 1997, escribí
un artículo que
generalizaba el clásico método conceptual
de Horton e Izzard para el flujo de lámina,
con los exponentes de la curva de gasto en el rango 1-3.
Los resultados fueron basados en la integración de varias funciones matemáticas
bastante complejas.
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Nuestra primera idea fue usar el software comercial existente,
pero muy pronto nos dimos cuenta que algo andaba mal: El hidrograma de salida no era el esperado...
el agua estaba fluyendo hacia arriba!
Le dije a mi coauthora, la estudiante de postgrado Sumner Hasenin:
"Hay algo malo con esta solución. El agua no fluye hacia arriba.
Le instruí a Sumner que integrara las funciones por partes,
y que desarrollara la solución correcta.
Dos semanas después, Sumner regresó con la respuesta al problema.
Me dijo que el software que estábamos usando tenía
un error: Un signo menos
había sido inadvertidamente cambiado a más.
Una vez que pusimos el signo menos donde correspondía,
la solución se comportó
como era de esperarse, mostrando correctamente
la curva ascendente típica
de un hidrograma de flujo de lámina.
Por lo tanto, la lección de este relato es: Si Ud. está resolviendo un problema
físico,
es necesario tener un conocimiento del comportamiento físico;
de otra manera, será incapaz de juzgar la bondad de los resultados.
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