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En Noviembre de 1999, me tocó hacer un viaje de reconocimento al valle de Ojos Negros, en Baja California,
acompañado de la maestra Thalía Gaona, que enseña en la Facultad de Arquitectura de la UABC Mexicali.
Uno de nuestros propósitos era hacer una documentación fotográfica del valle,
como parte de
nuestro proyecto de investigación (1999-2001) apoyado por CIPAS.
Decidimos subir al cerro Doña Eulalia, desde el cual la vista del valle sería excelente.
Al llegar, admiramos la espléndida vista panorámica del valle, y nos preparamos a tomar las fotografías.
De pronto, fuimos sorprendidos por un grupo de zopilotes (gallinazos), que volaron súbitamente hacia afuera,
desde su nido localizado entre unas rocas grandes en la cima del cerro.
Tratamos de hacerles ver que no estábamos allí para hacerles daño.
Cuando pasó el incidente, me di cuenta que nunca antes había estado tan cerca de un nido de zopilotes.
Estos animales son expertos en mantenerse a una distancia prudente de nosotros, especialmente si damos alguna indicación de estar con vida.
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