De todas mis experiencias como estudiante de postgrado en la Universidad Estatal de Colorado en los años 70,
la siguiente historia es definitivamente una joya.
La clase CE602 Fenómenos de Transporte
era requerida para todos los alumnos de postgrado en el programa de hidráulica en ingeniería civil.
Un día, el profesor llegó a la clase, y después del acostumbrado saludo, dijo:
"He decidido hacer algo diferente esta vez. El examen será para llevar a casa..." y haciendo una pausa, continuó con una leve sonrisa:
"tres horas, sin libros."
Los alumnos nos miramos unos a otros un tanto sorprendidos. Inmediatamente después, el profesor dijo:
"Pueden recoger el examen mañana a las 5 pm en mi oficina, y deberán regresarlo a las 8 am al día siguiente."
No puedo hablar por el resto de mis compañeros, que eran unos diez. Lo que puedo decir es que me parecía novedoso el tipo de examen,
pero no supe que atinar. Tal como fui instruído, recojí el examen al día siguiente, fui a casa,
y después de comida, comencé a resolver el examen a las 8 pm.
Eran seis problemas, con los cuales yo no estaba familiarizado. Inmediatamente me di cuenta que éste no era un examen de tres horas, por lo menos
no para mí. Cerca de las 2 am terminé el examen, después de consultar por lo menos dos libros.
A las 8 am entregué el examen, un poco preocupado, pero decidido a todo.
A la siguiente vez que la clase se reunió, el profesor preguntó: "Cómo les fue con el examen?"
Mi memoria de los eventos de ese día es que todos los alumnos se quedaron callados, excepto mi colega y amigo Fred Theurer, el que
dijo, en tono aclaratorio: "Profesor, debo decirle que me fue imposible hacer el examen en tres horas, y sin libros.
Confieso que me tomó cerca de seis horas, y usé los libros que tenía a mi alcance."
Estoy seguro que Fred obtuvo una A en el examen, mientras que el resto de la clase, incluyéndome a mi, tuvimos que contentarnos con una
cómoda B. Nunca sabremos si la honestidad de Fred le fue útil ese día, pero yo apostaría
cualquier cosa que así fue.
| |||
|