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En enero de 1992, visité por tres semanas la ciudad de Belgaum, en Karnataka, India, como consultor del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Estuve destacado en el Centro Regional de Roca Fuerte del Instituto Nacional de Hidrología de la India.
Esa primavera, de regreso a los Estados Unidos, compartí algunas de mis observaciones con mis alumnos de antegrado del curso de hidrología aplicada.
Les dije que no había visto muchas personas obesas en la India, por cierto no en Belgaum.
El ultimo día del semestre, decidí hacer una revisión del curso de una manera no convencional.
Les pedí a los alumnos que mencionaran, uno por uno, en una frase corta, lo que habían aprendido en clase ese semestre.
Los estudiantes de las primeras filas, que son usualmente los mejores alumnos,
tenían un tópico favorito que recordaban fácilmente, tales como el número de la curva, el hidrograma unitario, o la onda cinemática.
Cuando le tocó el turno a los alumnos que estaban sentados en la última fila, uno de ellos dijo:
"Aprendí que no hay gente obesa en la India." Ésa no era una lección de hidrologia, pero sin embargo era una lección.
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