Los ríos son mucho más anchos que profundos, aunque esto no sea aparente.
Por ejemplo, el
Río Alto Paraguay en Ladario tiene un promedio de 6 metros de profundidad y
300 metros de ancho.
Otro ejemplo: el Río Amazonas
en el angostamiento de Obidós tiene cerca de 60 metros de profundidad y un ancho de 1600 metros.
Sin embargo, la gente que no ha visto los datos tiene la impresión de que los ríos son más
profundos de lo que realmente
son.
En enero de 1995, durante un reconocimiento del Río Alto Paraguay cerca de Ladario,
le pregunté a un pescador cuánto tiempo había permanecido cerca del río.
A lo que él respondió: "Toda mi vida."
Le hice la siguiente pregunta: "Qué tan profundo es el río en este lugar?"
El pescador miro el río y pronunció: "Por lo menos 100 metros."
En ese momento me di cuenta que el conocimiento local, aun cuando esté muy cerca de la fuente, tiene sus limitaciones.
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