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En la década de los 1980, fui profesor consejero del capítulo de la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles
en la universidad [San Diego State University].
El grupo se reunía semanalmente, y usualmente invitábamos a un profesional practicante para que compartiera sus experiencies con los miembros.
En una de esas reuniones, el invitado fue un distinguido ingeniero hidráulico, el cual explicó los detalles de un proyecto
en el cual estaba trabajando en esos días. En un momento de la presentación,
nuestro invitado dijo que había hecho un tránsito [de avenidas] con [el modelo]
HEC-2, del Cuerpo de
Ingenieros de los Estados Unidos.
Siendo experto en tránsito de avenidas, yo sabía que éste no se puede hacer con el modelo HEC-2,
el cual calcula solamente el flujo
permanente.
Así que me sentí un poco incómodo al tener que corregir a nuestro invitado en una cuestión fundamental de concepto.
En 1998, el modelo HEC-2 fue reemplazado por HEC-RAS, el cual siguió siendo para flujo permanente en sus versiones 1 y 2.
La versión 3, publicada en 2002, adicionó la capacidad de calcular el flujo no permanente,
es decir, de hacer, propiamente, el tránsito de avenidas. Así que mientras anteriormente era incorrecto
decir que HEC-2 podía transitar la avenida, ahora sí es correcto decir que HEC-RAS puede hacerlo.
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