¿LA CURVA DE GASTO DE SEDIMENTOS ES REALMENTE CURVA?
Profesor Emérito de Ingeniería Civil y Ambiental
San Diego State University, San Diego,
California
1. INTRODUCCIÓN
La curva de gasto de sedimentos es la relación
entre la descarga de agua Q en las abscisas y
la descarga de sedimentos Qs en las ordenadas.
La curva es utilizada en la hidráulica fluvial
y en la ingeniería de sedimentos para convertir
directamente de una descarga a otra, normalmente
de Q a Qs (ASCE, 1975; 2007). En la práctica, la curva se entiende fácilmente
por lo que logra; sin embargo, la comprensión
de su verdadera naturaleza a menudo pasa desapercibida.
En este artículo detallamos las complejidades
de la curva de gasto de sedimentos. Explicamos cómo
la Naturaleza ha condicionado los ríos y arroyos
aluviales para crear un entorno donde los peces y otras
especies continuarían prosperando a pesar
de que el clima local no parece cooperar. En este proceso,
se unen los campos de climatología,
geología, geomorfología, hidrología y ecología en un
tejido sin costura, en el cual el principal propósito
es la preservación de la biota
(Kennedy, 1983).
2. TRES VERDADES FUNDAMENTALES DEL TRANSPORTE DE SEDIMENTOS
Verdad No. 1.
La relación entre la descarga de sedimentos Qs
y la descarga de agua Q se conoce como concentración de sedimentos
Cs (Ec. 1). En condiciones de equilibrio,
bajo flujo permanente en
una corriente aluvial, la concentración de sedimentos es
la carga de sedimentos más alta que la corriente es capaz
de transportar bajo el flujo predominante. Esto se debe a
que un valor más bajo de Cs conduciría a la degradación del
lecho; por el contrario, un valor más alto conduciría a
la agradación; y ambas situaciones desafiarían
el equilibrio. En la ingeniería de sedimentos, la
concentración de sedimento en equilibrio se conoce
como "capacidad de transporte de sedimentoss", expresada
en unidades F/T, es decir, kilogramos por segundo o
toneladas por día. En una corriente aluvial, el flujo permanente
siempre transporta
la carga máxima de sedimentos que le es posible transportar.
Verdad No. 2. Una corriente aluvial transporta sedimentos que se originan en el lecho, es decir, la carga de material del lecho, de dos maneras distintas: (1) rodando y deslizándose a lo largo del lecho, es decir, la carga del lecho, y (2 ) en suspensión a lo largo de la profundidad, por acción de la turbulencia del flujo sobre las partículas de sedimento que son arrastradas, es decir, la carga de material del lecho en suspensión. Además, una corriente aluvial transporta un tercer tipo de carga, la carga de lavado, consistente en sedimentos de menor tamaño, los cuales no se han originado en el lecho de la corriente, sino en las tierras altas de la cuenca (ASCE, 1975; Ponce, 2014a). La colección de estos tres tipos de carga constituye la carga total de sedimentos (Fig. 1).
Verdad No. 3.
El flujo en un canal aluvial puede está
en cualquier uno de dos regímenes:
El cambio de alta fricción para flujos bajos a baja fricción para flujos altos
tiene el efecto neto de reducir la fluctuación
de la superficie del agua para un cambio
correspondiente en el caudal. En resumen, las tres verdades fundamentales de la hidráulica fluvial son:
3. ÚLTIMA CONCENTRACIÓN DE SEDIMENTOS
En la ingeniería práctica se utiliza la siguiente
función exponencial para proporcionar un ajuste
entre datos medidos de descarga de agua y sedimentos:
en la cual c y m son coeficiente y exponente de la curva de gasto de sedimentos, respectivamente.
En la Ecuación 2, para el caso especial de
m = 1, la concentración de sedimentos (Ec. 1)
es independente Una reconocida formula de transporte de sedimentos es la siguiente (Colby, 1964):
en la cual qs = descarga de sedimentos por unidad
de ancho de la corriente; k = parámetro de transporte de material de lecho,
el cual es función de las propiedades del sedimento,
incluyendo tamaño del sedimento
y gravedad específica; ρ = densidad del agua;
v = velocidad media;
y Colby (1964) ha mostrado que n ≅ 7 es típico de flujos bajos, mientras que n ≅ 3 es típico de flujos altos. De hecho, n = 3 es un valor asimptótico característico el cual convierte en adimensional el parametro k en la Ec. 4:
Debido a que n = 3 está típicamente asociado con descargas altas, la Ec. 4 puede ser usada para calcular la última concentración de sedimentos. La descarga de agua, por unidad de ancho, es:
en la cual d = profundidad de flujo. La Ecuación 1 se expresa en términos de variables de ancho unitario como sigue:
La sustitución de las Ecs. 4 y 5 en la Ec. 6 lleva a la ecuación que expresa la última concentración de sedimentos Cs' :
en la cual F = número de Froude, definido
como F = v /(gd )1/2;
g = aceleración gravitacional; y
γ es el peso específico del agua (γ = ρ/g).
Por ejemplo, con k = 0.1, F = 0.4, y γ = 1,000 mg/L,
La Figura 3 muestra una curva de gasto de sedimentos
para la Cuenca 34, con un área igual a
4. NATURALEZA DE UNA CURVA DE GASTO DE SEDIMENTOS
Hemos establecido que una curva de gasto de sedimentos
tiene característicamente una forma curva, en la cual para valores bajos
de Q
la pendiente (Qs /Q) es bastante alta, típicamente
alrededor de 7, y que tiene la tendencia a disminuir
progresivamente con un aumento en Q, alcanzando
eventualmente un límite inferior de 3 para una descarga
Q suficientemente alta (Fig. 3). Hay una razón
para este comportamiento típico de una curva de gasto
de sedimentos. Lo explicamos
afirmando los siguientes hechos,
los cuales han sido confirmados por amplia teoría y experiencia.
Hecho No. 1. Con flujos lo suficientemente bajos,
las corrientes aluviales transportan el material del
lecho en una concentración que crece constantemente
al aumentar Q. En los flujos bajos, tanto
la fricción de grano como la de forma están
presentes, ya que las bajas velocidades del
flujo son propicias para el desarrollo de
la fricción de forma, manifestada como dunas y ondas superpuestas.
En efecto, la configuración del lecho resulta
ser ondulaciones sobrepuestas sobre dunas
Hecho No. 2.
Bajo flujos suficientemente altos,
las corrientes aluviales transportan su carga de material
de lecho a una concentración máxima constante,
denominada última concentración de sedimentos (Ec. 7).
Esta concentración es función de las propiedades del
flujo (número de Froude F y peso específico γ) y
de las propiedades del sedimento (el parámetro adimensional k).
En estos flujos altos, la fricción de grano es el
único tipo de fricción presente, ya que la
velocidad de la corriente ya ha actuado para eliminar
la fricción de forma. La configuración
de lecho resultante es un lecho plano
Hay una razón para este interesante y seguramente fascinante
comportamiento físico de la curva de gasto de sedimentos.
La concentración local de sedimentos de material del
lecho debe reflejar la capacidad de transporte local
de la corriente. Si el fondo del canal fuese rígido,
la concentración de sedimentos debería ser única o casi única,
es decir, no variar apreciablemente
con el flujo.
En flujos bajos (régimen inferior), la presencia de formas de
lecho no permite que el flujo
transporte su carga máxima de sedimentos, reduciéndolo
de hecho a una fracción de su valor.
Por el contrario, en flujos altos, la rapidez
de la corriente actúa para obliterar las formas del
lecho, reduciendo la fricción
de fondo a únicamente la fricción de grano [Fig. 4 (b)].
Un espléndido corolario del presente análisis
puede expresarse de la siguiente manera:
Si no fuera por las formas de lecho del régimen inferior,
todo el problema del transporte de sedimentos
podría resumirse en la Ec. 7, es decir,
el cálculo del transporte de sedimentos recurriendo
simplemente a un único valor de concentración de
sedimentos: La última concentración de sedimentos.
Fig. 4 (a) Configuración de dunas y ondulaciones superpuestas.
Fig. 4 (b) Configuración de lecho plano.
Cerramos esta sección con una
apropiada cita del Prof. Hans A. Einstein (1950), p. 9:
Está claro que Einstein consideró adecuado no incluir la energía gastada en superar las formas de fondo del régimen inferior en su reconocida fórmula de carga de sedimentos de fondo. Este hecho subraya el concepto de que la última concentración constituye un límite superior para la concentración de sedimentos, lo cual confirma la verdadera naturaleza de la curva de gasto de sedimentos.
5. VERIFICACIÓN CON DATOS DE CAMPO
Ponce y otros (2012)
han utilizado un conjunto bastante elaborado
de datos compilados originalmente por Williams (1995)
para comparar seis (6) curvas de gasto de
sedimentos medidas con los correspondientes valores
de fricción de Manning medidos. El objetivo
ha sido determinar la relación inversa entre la cantidad de transporte
de sedimentos y la fricción de fondo: Cuanto mayor
es esta última, menor es la correspondiente descarga
de agua y sedimentos, y viceversa.
El siguiente conjunto de datos
(Brownlie 1981a, 1981b) fueron utilizados por Ponce y otros (2012):
63 datos del Río Atchafalaya.
40 datos del Río Niobrara.
38 datos del Río Middle Loup.
51 datos del Río Grande.
156 datos del Río Mississippi.
29 datos del Río Red.
La Figura 5 muestra las curvas de gasto de sedimentos medidas, incluidos
gráficos de mejor ajuste.
Además, para cada conjunto de datos, se utilizaron la
descarga de agua, el ancho del canal,
(los datos de fricción se muestran en color magenta) (Ponce y otros, 2012).
6. CONCLUSIONES
Se ha revisado, explicado y aclarado la naturaleza de
una curva de gasto de sedimentos.
La forma de la curva de gasto de sedimentos constituye efectivamente
una curva
en la cual la pendiente es alta para los
caudales inferiores, alrededor de 7, y disminuyendo
asintóticamente para los caudales superiores
hasta el valor característicamente bajo de 3.
Este comportamiento es una consecuencia directa
del aumento de la fricción de fondo, el cual es
atribuible a las formas de rugosidad del lecho
en el régimen inferior, es decir, dunas y ondulaciones superpuestas.
Estas últimas interfieren con el potencial del
flujo para transportar la última concentración
de sedimentos, reduciendo así la descarga de sedimentos.
El análisis anterior aclara el motivo de la caída
en el transporte de sedimentos para flujos
bajos y, por lo tanto, explica la forma de una curva
típica de gasto de sedimentos. Una
verificación con datos de campo confirma los
hallazgos de este estudio: Cuanto mayor es la
fricción total del lecho (fricción de fondo), menor es la cantidad de sedimentos transportados,
y viceversa.
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