Por miles de años, las arenas y gravas han sido usadas en la construcción de caminos y edificaciones.
Hoy en día, la demanda de estos materiales continúa aumentando.
Los operadores de minas de arena deben trabajar en conjunción con agencias estatales y federales
para asegurar que la operación es conducida de una manera responsable.
La extracción de arenas de ríos en forma excesiva causa la degradación de los lechos.
La extracción rebaja el lecho del río, lo que puede resultar en la erosión de las riberas o bancos.
La extracción en los lechos y áreas costeras causa la profundización de ríos y estuarios,
y el agrandamiento de las entradas costeras, lo que puede llevar a intrusión salina.
Cualquier volumen de arena exportado de los lechos fluviales y estuarios es una pérdida para el sistema.
La extracción escesiva de arenas de lechos fluviales es una amenaza para los puentes, riberas, y estructuras aledañas.
La extracción también afecta el agua subterránea y el uso que le dan al río los habitantes de la localidad.
La extracción de arenas
en lechos fluviales causa la destrucción de hábitat acuático y ripario, a través
de cambios marcados en la morfología del río. Los impactos son los siguientes: degradación del lecho,
cambios en el tamaño de las partículas, tablas de agua rebajadas, e inestabilidad del lecho.
Estos impactos físicos causan la degradacion de biota ripario y acuático, y pueden llevar a la caída
de puentes y otras estructuras. La extracción continuada puede llevar eventualmente
a que todo el lecho se rebaje a la profundidad de extracción.
La extracción de arenas genera un tráfico vehicular adicional, el cual impacta negativamente el medio ambiente.
En los casos en que los caminos cruzan áreas riparias, el medio ambiente local puede ser afectado.
1.1 Presupuesto de arenas
La determinación del presupuesto de arenas para un río requiere información topográfica,
hidrológica, e hidráulica. Esta información se usa para determinar la cantidad de arena que se puede remover de un área
sin causar erosión o degradación indebida, ya sea en el sitio, o en un lugar cercano, aguas arriba o aguas abajo.
La extracción de arena en el cauce, o cerca del cauce, cambia el presupuesto de arenas
y puede resultar en cambios marcados en la hidráulica
del canal. Estas intervenciones pueden tener efectos variables en el hábitat acuático, dependiendo de la magnitud y frecuencia
del disturbio, los métodos de extracción, el tamaño de las partículas,
las características de la vegetación riparia,
y la magnitud y frecuencia de los eventos hidrológicos posteriores al disturbio.
Las respuestas temporales y espaciales de sistemas de ríos aluviales son función de los umbrales geomórficos,
retroalimentaciones, desfasamientos, transmisión aguas arriba o aguas abajo de los disturbios,
y los controles geológicos/fisiográficos. La minimización de los efectos negativos
de la extracción de arenas de cauces aluviales requiere un
conocimiento detallado de la respuesta del cauce a los disturbios.
Las decisiones dónde extraer, cuánto y cuán seguido requieren de una definición
del estado de referencia,
es decir, una condición mínima aceptable o decidida mediante un estudio,
de la condición física y biológica del cauce aluvial.
El conocimiento actual de sistemas aluviales no es suficiente para permitir la predicción
de las respuestas en forma cuantitativa y con confianza;
por lo tanto, los estados de referencia son difíciles de determinar.
Sin embargo, un conocimiento general de los procesos fluviales puede proveer guías para minimizar los efectos negativos de la extracción
de arenas. Son necesarios casos bien documentados y datos de campo relacionados con el fin de evaluar en forma acertada las relaciones
físicas, biológicas, y económicas.
1.2 Hábitat ripario, flora y fauna
La extracción de arenas de cauces aluviales puede tener otros efectos más allá del sitio de extracción.
Muchas hectáreas de áreas fértiles
adyacentes al cauce se pierden anualmente, así como recursos forestales y hábitats silvestres en las áreas
riparias. Hábitats degradados llevan a una pérdida de la productividad de peces, biodiversidad, y el potencial de recreación.
Los cauces severamente degradados pueden reducir el costo de la tierra y los valores estéticos.
Todas las especies requieren condiciones de hábitat específicos para garantizar su supervivencia.
Las especies nativas están adaptadas a las condiciones que existían antes de
que los seres humanos hicieran grandes alteraciones.
Estas han causado disturbios de hábitat que favorecen a algunas especies sobre otras, y han resultado en la
disminución en la diversidad y
productividad biológicas. En la mayoría de los cauces, la calidad del hábitat está
fuertemente ligada a la estabilidad del lecho y los bancos.
Los cauces y canales inestables son inhóspitos a la mayoría de especies acuáticas.
Los factores que aumentan o disminuyen la oferta de sedimentos usualmente destabilizan el cauce y los bancos, resultando en reajustes
dramáticos en la morfología del cauce. Por ejemplo, las actividades humanas que aceleran la erosión de los bancos,
tales como el talado de bosques de galería o la extracción de arenas en los cauces, facilitan que los bancos se conviertan en
fuente de sedimentos, con consecuencias negativas severas para las especies acuáticas. Las actividades antropogénicas
que conllevan una disminución del nivel del lecho causan inestabilidades que resultan en la producción de sedimentos en zonas vecinas.
Los sedimentos inestables simplifican, y luego degradan, los hábitats del cauce para muchas especies. Solamente pocas especies se benefician
con este efecto.
Los efectos más importantes de la extracción de arenas en los hábitats acuáticos
son la degradación y sedimentación del cauce, los cuales pueden tener efectos negativos marcados en la vida acuática.
La estabilidad de cauces de lecho arenoso y gravoso depende de un balance delicado entre el escurrimiento, el sedimento que llega de la cuenca
aguas arriba, y la forma del cauce. Los cambios inducidos por la extracción en la oferta de sedimentos y forma del cauce
contraponen los procesos
naturales de desarrollo del cauce y hábitats. Además, la mobilización de substratos inestables resulta en sedimentación
de hábitats aguas abajo. La distancia de afectación depende de la intensidad de extracción,
tamaño de las partículas, flujos de agua, y morfología del cauce.
La remoción completa de vegetación y la destrucción
del perfil de suelo destruye el hábitat tanto arriba como debajo del terreno, y también el ecosistema
acuático, resultando en la disminución de poblaciones de fauna.
El ensanchamiento del cauce disminuye la profundidad del canal, produce un sistema de flujo trenzado inestable, o flujo de subsuperficie en la gravas,
dificultando el movimiento de peces. Los cauces son más uniformes en profundidad debido al relleno de las partes profundas
con grava y otros sedimentos, reduciendo la complejidad del habitat, la estructura del cauce, y la población de peces predatores.
1.3 Estabilidad de estructuras
La extracción de arenas y gravas en cauces aluviales puede dañar la propiedad privada.
Las incisiones en los cauces debidas a la extracción
de arenas y gravas puede comprometer los pilares de puentes y descubrir tuberías enterradas y otras obras de infraestructura.
Varios estudios han documentado la degradación causada por dos formas de extracción
de arenas en cauces aluviales: (1) excavación a cielo abierto,
y (2) razurado de las barras de arena. La degradación del lecho, también conocido como incisión
del cauce, ocurre principalmente a través de dos procesos: (1) corte vertical de cabecera, y (2) agua "sedienta."
En el corte vertical de cabecera, la excavación a cielo abierto rebaja el nivel del lecho, creando un punto de erosión aguas arriba que
aumenta la pendiente y la energía. Durante flujos altos, el punto de erosión se mueve gradualmente hacia aguas arriba (Fig. 1).
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