INTRODUCCIÓN
La Cordillera Blanca de Perú se encuentra entre
los 8°23' y 10°02' grados de Latitud Sur,
abarcando 122 picos, con altitudes por encima de 5,000 m, de los cuales 15 de ellos
están por encima de los 6,000 m. En 1970, la
extensión de los glaciares se midió
en 723 km2, lo cual constituye el 26% de toda la superficie
cubierta por los glaciares tropicales, localizados en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, África e Indonesia.
Hay 755 glaciares en la Cordillera Blanca [2015]. Como es habitual en los trópicos,
estos glaciares son pequeños en extensión, con un promedio de 1 km2.
Muy pocos de ellos cubren un área superior a 5 km2.
La Figura 1 muestra las características
geográficas más destacadas de la Cordillera Blanca:
DESHIELO DE LOS GLACIARES Los efectos del cambio climático en la integridad de los glaciares tropicales son predecibles. Está ocurriendo deshielo, el cual, dependiendo de la magnitud de la recesión, puede llegar a comprometer total o parcialmente la integridad del glaciar. Los glaciares de la Cordillera Blanca son bastante grandes en comparación con otros glaciares de las zonas tropicales y, por lo tanto, es probable que el proceso de deshielo dure más tiempo. Los glaciares tropicales más pequeños en otros países de Sudamérica están en franca recesión o bien ya han desaparecido por completo (Fig. 2).
Los efectos del cambio climático sobre la Cordillera Blanca de Perú se han documentado desde finales de la década de 1960. Ames and Francou (1995) han reportado las mediciones de los glaciares Broggi, Uruashraju y Yanamarey mostradas en la Tabla 1, las cuales indican un aumento en las tasas de recesión desde 1982 (ver la Fig. 1 para las localizaciones geográficas de estos glaciares).
Por otra parte, estudios más recientes del glaciar Yanamarey han
demostrado que la tasa media de recesión en el período
2003-2009 ha superado los 30 m/año (
Usando las tasas actuales de recesión, Bury et al. (op. cit.)
han proyectado que el glaciar Yanamarey desaparecerá completamente
en los próximos 50 años
Varios estudios han tratado de estimar la magnitud de la recesión glaciar en la Cordillera Blanca. Con el uso de teledetección, Racoviteanu et al. (2008) encontraron que la superficie total de los glaciares ha disminuído un 22.4% entre los años 1970 y 2003, lo cual corresponde a una tasa promedio de 0.68% por año. Por otro lado, Baraer et al. (2012) han documentado una tasa de recesión de 0.62% por año para el período 1930-2009. Para el período más reciente de 1990-2009, los datos de Baraer et. al. (op. cit.) muestran una tasa de 0.81% por año, lo cual indica que ha habido una aceleración en la tasa de recesión en los últimos años. Por otra parte, un estudio reciente ha demostrado que la pérdida de la superficie glaciar en la Cordillera Blanca en el período 1970-2003 ha sido de 27% (Autoridad Nacional del Agua, 2014).
OTROS EFECTOS Los efectos del cambio climático sobre la Cordillera Blanca y otros glaciares de la zona tropical no se limitan solamente a la recesión glaciar. Los efectos abarcan varios cambios en diferentes áreas, incluyendo:
Los cambios en la Cordillera Blanca se están produciendo en la actualidad y es de esperar que continúen en el futuro.
La cobertura glaciar ha disminuído en más de un 25% desde 1970; además, entre 1951 y 1999,
la temperatura media ha
aumentado un valor de 0.35°-0.39° por década, a un ritmo acelerado ( FORMACIÓN DE NUEVOS LAGOS Los lagos glaciares se crean como resultado directo del deshielo. Los lagos de gran tamaño, particularmente aquéllos con volúmenes de más de 5 millones de metros cúbicos, representan riesgos considerables para los residentes locales e infraestructura, en vista de la magnitud de la destrucción que se produciría como consecuencia de un desembalse súbito. En 1953, un inventario de lagos glaciares reveló la existencia de 223 lagos de la Cordillera Blanca. En ese entonces, treinta y cinco (35) de estos lagos fueron clasificados como inestables, de los cuales veintitrés (23) de ellos requerían atención inmediata (Carey, 2010). Con el cambio climático sostenido y el consecuente aumento de la temperatura media, el número de lagos de origen glaciar en la Cordillera Blanca ha ido aumentando. En 1962, un segundo inventario dio un total de 263 lagos; para 1997, el número de lagos había aumentado a 374. En la actualidad, el número de lagos glaciares en la Cordillera Blanca es de más de 800. como se muestra en la Tabla 3.
La Figura 4 muestra el Nevado Hualcán, cerca de Carhuaz, un ejemplo típico de un glaciar con varios lagos próximos.
ROL DE LOS DESHIELOS El creciente rol de los deshielos durante la estación seca puede ser conjeturado. En general, el escurrimiento consta de tres fuentes:
En la Cordillera Blanca, Baraer et al. (2008) han reportado diferencias significativas entre la composición del escurrimiento medio anual y aquélla correspondiente a la estación seca. Por ejemplo, en el Lago Querococha, los datos de Baraer et al. (op. cit.) indican que durante la estación seca el volumen de deshielo constituye la mitad del volumen de escurrimiento (50%), mientras que en promedio anual el volumen de deshielo es sólo una cuarta parte (25%) (Tabla 4).
IMPACTO SOCIAL Los glaciares de la Cordillera Blanca han sostenido a la población que habita el Alto Río Santa por milenios (Pearsall, 2008). La región se conoce como el Callejón de Huaylas, debido a la forma de la cuenca, alargada a lo largo del río y rodeada por la Cordillera Blanca al este y la Cordillera Negra al oeste (Fig. 4). La región consta de una población de 320,000 personas, distribuídas en numerosos asentamientos rurales. Aproximadamente la mitad de la población reside en los principales centros urbanos ubicados a lo largo del río Santa, es decir, las ciudades de Huaraz, Yungay, Caraz, Carhuaz y Recuay. Huaraz, con cerca de 120,000 habitantes, es la capital del departamento de Ancash (Fig. 5).
DESEMBALSE SÚBITO DE LAGOS El peligro de desembalse súbito de lagos glaciares continúa siendo una amenaza en la Cordillera Blanca. Es muy probable que esta amenaza sea exacerbada por el cambio climático. La Tabla 5 documenta los desembalses súbitos más importantes de los últimos 75 años.
Cabe notar que Carey (2010) ha documentado un total de veintinueve (29) desembalses súbitos desde el año 1725, con la mayoría de ellos (26) ocurridos en el último siglo (desde 1917). Las ciudades afectadas han sido Huaraz, Yungay, Caraz, Carhuaz, Huallanca y Chavín de Huantar.
EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO El cambio climático, es decir, el calentamiento global de origen antropogénico, amenaza con alterar el delicado equilibrio de la naturaleza, por el cual el clima global está determinado por la concentración de gases no-diatómicos de la atmósfera, particularmente el dióxido de carbono (CO2). El calentamiento sostenido de los últimos 50 años ha producido una serie de efectos negativos. En este trabajo se destacan los efectos del cambio climático sobre los glaciares tropicales, incluyendo el deshielo, recesión, y su posible eventual desaparición. Esto pone en peligro la continuidad de una amplia gama de servicios naturales, incluyendo la disponibilidad del recurso hídrico, la conservación de flora y fauna, la estética natural del paisaje, y las actividades asociadas de turismo y alpinismo.
Este trabajo se enfoca específicamente en la Cordillera Blanca del Perú, un recurso regional de importancia y de alto valor natural y estético. Todos los tipos de vida van a ser afectados por el calentamiento global y el consecuente deterioro de la Cordillera Blanca. CONCLUSIONES
Este estudio lleva a las siguientes conclusiones:
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150908 10:45 |
Regla para medir el ancho de 800 pixeles. |